Insólito. Así se puede considerar lo que vivieron los familiares, amigos y vecinos de Jair Roberto Cataño Rodríguez, el hombre que falleció el pasado sábado, después de ser apuñalado en enero y vivir un paseo de la muerte hospitalario, durante cinco meses.

En un hecho macondiano, los familiares recibieron en el barrio La Sierrita el cuerpo de otra persona, por parte de la Funeraria Universal. 

Se percataron del insólito suceso cuando el ataúd entró a la casa de Jair Roberto y lo abrieron en la sala de la vivienda, antes de empezar la velación.

Zona Cero conoció en primicia el suceso, en voz de familiares y amigos, que estaban presentes cuando ocurrió el incidente.

Esta es la segunda parte de la tragedia que padeció vivo y muerto, este hombre de 35 años.

Llegada del ataúd 

El barrio, en el suroccidente de Barranquilla, preparaba la llegada del hombre, conocido como 'Diomedito', a raíz de su idolatría por el desaparecido cantante Diomedes Díaz. De hecho, en cada parranda, Jair Roberto imitaba y cantaba la música del ‘Cacique de la Junta'.

Era el pasado domingo por la noche, con lunes festivo incluido. Varios picós estaban sonando en el momento en que llegó la Van de la Funeraria Universal, con el cuerpo de Cataño Rodríguez.

Lo recibieron en medio de aplausos y entre decenas de personas sacaron el cajón y lo cargaron por varios metros hasta la casa de Jair Roberto.

Los DJ de los picós lo recibieron con la canción "Amigo", del cantante Roberto Carlos. Las lágrimas aparecieron y los llantos desconsolados eran desbordantes.

Los amigos de Jair Roberto cargaban el cajón con dolor y tristeza. Muchos de ellos combatían lo anterior ingiriendo alcohol.

Estaban recordando a su amigo, su más fiel compañero de vivencias y rumbas.

Música del ídolo 

Después de la melodía de Roberto Carlos, llegaría el momento del ídolo de Jair Roberto Cataño Rodríguez: Diomedes Díaz.

Los encargados de la música pusieron la canción "Compadre querido", que retrata la invitación a un amigo para tomarse unos tragos, en medio de la pena por una mujer.

Esa canción aumentó las lágrimas y la tristeza de los presentes. La multitud movilizó el cajón hasta que lo ingresó a la pequeña vivienda, en donde en la sala le esperaban las velas y varias flores.

Trágica sorpresa

El ataúd fue ubicado en esa sala y el hijo de Jair Roberto fue el primero en acercarse al cajón para abrirlo y llorar la muerte de su padre.

Sin embargo, el menor de 12 años se llevó una trágica sorpresa. En el ataúd no estaba el cuerpo de su padre, sino el de otro hombre.

El niño salió corriendo para la terraza y gritó: "Ese cuerpo no es el de mi papá".

Ruby Rodríguez Rodríguez, madre de Jair Roberto, también se acercó al ataúd y comprobó que no era su hijo el que estaba ahí. Lo mismo ocurrió con otro familiar del fallecido.

El homenaje con música pasó a un segundo plano. Vecinos, familiares y amigos cargaron el cuerpo de otra persona. Insólito.

Indignación familiar

Como era de esperarse, la familia de Jair Roberto estaba indignada con esta situación. El barrio le preparó una calle de honor al hombre y la Funeraria Universal envió otro cuerpo, con la ropa de Cataño Rodríguez, otro de los datos insólitos del incidente. 

"Eso fue algo horrible. Espantoso. Uno espera a su familiar y se encuentra con otro", expresó a Zona Cero, Yamile Rodríguez , hermana del fallecido, en la sala de la residencia, en donde se encontraban velando a su hermano. 

Indicó que llamaron a la Funeraria Universal y les dijeron que el cuerpo equivocado "debía amanecer" en su casa.

Los familiares siguieron ejerciendo presión sobre la funeraria y en media hora mandaron un transporte, y se llevaron al cuerpo. El conductor de la Van que fue a buscarlo no supo explicar lo que ocurrió. 

"Mi esposo me llama como a las 3 de la mañana (del lunes) y me dice que a mi hermano (Jair Roberto) lo habían mandado para la Funeraria La Fe", afirmó Yamile. 

Contó que cuando llegaron a la capilla de la funeraria mencionada, confirmaron que estaba Jair Roberto. Tenía puesta la ropa del difunto que enviaron al barrio. 

 

 

Finalmente, el cuerpo de Jair Roberto terminó llegando a su casa, a las 7 de la mañana de este lunes festivo. 

La Funeraria Universal no les ha dado una explicación del error. Sin embargo, el hecho insólito ya fue consumado y el verdadero cuerpo no recibió su calle de honor y homenaje barrial. 

Jair Roberto Cataño Rodríguez fue sepultado la tarde de este martes, en un cementerio de Barranquilla, después de padecer una negligencia médica que lo llevó a la muerte y otra que no lo dejó ser velado en paz.

Versión de la Funeraria Universal

La Funeraria Universal indicó en un comunicado, que "el pasado domingo 30 de junio de 2019 a las 6 pm, le fue entregado por parte de Medicina Legal, presuntamente el cuerpo del fallecido joven Jair Roberto Cataño Rodríguez, identificado con certificado de defunción 72121464-4 y serial de Medicina Legal 615-19". 

Señaló que reclamaron "el cuerpo con la finalidad que el mismo fuese trasladado a la dirección de su residencia a solicitud de sus parientes, para llevar a cabo sus honras fúnebres, como en efecto se realizó el mismo 30 de junio a las 12 p.m.".

Agregó: "Posteriormente a las 2 am del día 1 julio de 2019, a la Funeraria Universal le es comunicado por los parientes del finado, que el cuerpo recibido no corresponde al del joven Jair Roberto Cataño Rodríguez, razón por la cual se procedió a recoger el mismo y el conductor de nuestra carroza fúnebre, le pide a un familiar acompañarlo hasta la Funeraria Capilla de la Fe, dado que al momento de recoger el cuerpo en Medicina Legal, recordó que en ese mismo instante Medicina Legal hacía entrega de otro cuerpo con destino a Capilla de la Fe". 

"Es así como el conductor logró la ubicación del cuerpo del joven Jair Roberto Cataño Rodríguez en la funeraria Capillas de la Fe, donde el familiar del finado confirmó su identidad, es decir que la identidades de los dos cuerpos fueron al parecer intercambiadas o confundidas por error por Medicina Legal, no por la Funeraria Universal", añadió.

La Funeraria Universal expresó a los familiares y a la opinión pública que "lamenta" el suceso ocurrido, "no sin antes reiterar que no le asiste responsabilidad directa sobre el mismo, como quiera que el deber y la competencia de identificación y entrega de cuerpo corresponde a Medicina Legal, no a la Funeraria". 

"Nuestra funeraria lamenta profundamente lo ocurrido y en tal sentido, ya les hemos dado las explicaciones del caso a los familiares", finalizó.